Simples medidas pueden evitar a los perros sufrir con el calor extremo

Dejarles el agua y la comida a la sombra, y bañarlos con agua helada los ayuda a capear las altas temperaturas y evitar la deshidratación.

"Los perros transpiran a través de la lengua y los cojinetes, por lo tanto si vemos a un perro jadear es probable que tenga calor", explica la veterinaria María Inés Bonvin.

Por eso, dice, es un deber del dueño cambiarle el agua varias veces al día. "Hay que tenerles agua fresca y a la sombra, lo mismo la comida". Como a los perros les dan ganas de beber cuando escuchan el agua corriendo, hay que cuidar de que no tomen de las piscinas por los problemas de salud que puede acarrear el cloro.

También deben tener un lugar a la sombra donde estar y no pasar únicamente en el cemento, como el estacionamiento de la casa. "Ojalá los dueños los dejen en un lugar con pasto y sombra".

La veterinaria advierte que nunca hay que sacarlos a pasear en un día de calor, sobre todo razas grandes.

"Incluso hay gente que los saca a pasear amarrados a su moto. Eso es fatal, ya que el perro no controla sus pasos por estar preocupado de estar olfateando o haciendo sus necesidades y termina gastando mucha energía. Hay que pasearlos en la tarde o durante la mañana".

Desayuno y comida

Lo ideal es alimentarlos con pellets temprano y no al mediodía. "Así estarán fresquitos y comerán con ganas. Se les puede dar la otra porción en la noche o en la tarde, cuando no haga calor".

El calor extremo, al igual que en los humanos, puede producirle deshidratación. Sus síntomas son "inapetencia, decaimiento y algunos pueden hacer hoyos en el jardín". Además, agrega la veterinaria, hay que tener cuidado con el cemento caliente o la arena, porque sus cojinetes son muy sensibles.

Un último consejo: nunca hay que dejarlos con las ventanas cerradas dentro de un auto, sobre todo si está a todo sol, porque al jadear para ventilarse, los perros producen calor dentro del vehículo.

A los gatos, en cambio, es más fácil mantenerlos temperados. "Por lo general tienen acceso al interior de la casa o, por ser más independientes que los perros, procuran su bienestar trepando a los árboles, buscando sombra o escondiéndose entre los matorrales".